La broma está en ti

Desde los comediantes profesionales hasta los payasos de la clase, desde los tontos artistas de una sola línea hasta los maestros del sarcasmo, todos pueden apreciar el humor. El problema es que el lugar de trabajo estará lleno de personas que tienen gustos diferentes en la comedia. Hay una razón por la que a algunas personas les gusta Padre de familia, a otras La oficina, a otras todavía Frenar su entusiasmo (mi favorito) y aún a otras Dos hombres y medio. Yo, por mi parte, solo encuentro divertido uno de los programas antes mencionados, pero los cuatro son éxitos comerciales. El punto es que algo que te parezca gracioso será una bomba total para otra persona. Puede atribuir esto a la otra persona que no tiene “sentido del humor”, pero el hecho es que ustedes dos están en diferentes longitudes de onda de la comedia.

Por qué esta información es pertinente para usted como empleador? Los chistes que pueden complacer a algunos de sus empleados pueden resultar muy ofensivos para otros y esto podría crear tensión entre sus empleados. Peor aún, una broma fuera de lugar puede dar lugar a demandas por discriminación y acoso sexual. Incluso los chistes dirigidos a una determinada subsección de su fuerza laboral o incluso los que se dicen en privado pueden filtrarse en conversaciones posteriores y llegar a los oídos que estaba tratando de evitar.

Hágales saber a sus empleados qué chistes son y qué no son apropiados en el lugar de trabajo. Prohibir las bromas por completo bajaría la moral y frustraría a muchos empleados. La clave es delinear qué tipo de bromas no se tolerarán. Los chistes sobre el origen nacional no son aceptables en el lugar de trabajo, ni los chistes sobre raza o etnia. Las bromas sexistas también son inaceptables. También se deben evitar las bromas sobre discapacidad, orientación sexual y edad. Deben evitarse las bromas sexuales porque pueden interpretarse como la creación de un entorno de trabajo hostil a los efectos de las denuncias de acoso sexual.

Como empleador, debe tener especial cuidado con el humor que usa con los empleados. Tiene una restricción más estricta sobre los chistes que hace que sus empleados sobre los suyos. Nunca bromee sobre el estado laboral de ningún empleado ni sugiera como broma que está considerando despedir o degradar a un empleado en función de su raza, sexo, edad, nacionalidad, origen étnico o discapacidad. La clave es recordar que, como empleador, su audiencia no lo encuentra gracioso. Los jefes no son gente divertida; esto es lo que la sociedad estadounidense le ha enseñado a su audiencia, y cualquier humor con un tema cuestionable proveniente de un jefe se considera hostil e inapropiado, no como una diversión afable. Si no pudo contar el chiste a un salón de clases de estudiantes de tercer grado sin ser reprendido por el director de la escuela, no lo diga frente a sus empleados.

En conclusión, deje el humor nervioso para usarlo fuera del trabajo. Hay una razón por la que Chris Rock y Daniel Tosh trabajan en clubes de comedia y no en su lugar de trabajo: su lugar de trabajo no tiene comediantes en su nómina.

Daniel N. Ramirez es socio designado de Monty & Ramirez, LLP. Está certificado por la junta en derecho laboral y laboral por la Junta de Especialización de Texas y ha sido reconocido como una estrella en ascenso por la revista Super Lawyers.

Información de contacto de Daniel:

Correo electrónico: dramirez@montyramirezlaw.com
Teléfono: 281.493.5529
Sitio web: https://test.montyramirezlaw.com/2016